Un año más, Adeanueva de Ebro nos ha sorprendido con la calidez y solidaridad de sus gentes.
Durante todo el tiempo que ha durado el Mercadillo y los días previos que dedicamos a los preparativos del mismo, tanto José Luis párroco y amigo de Alberto, como los Aldeanos han conseguido que nos sintiéramos como en nuestra propia casa.
Siempre manifestamos la gran labor divulgativa que tienen todas las actividades que se realizan a favor de LAR SANTA MÔNICA. Y este fin de semana, con gran satisfacción, hemos podido comprobar que gran parte de los asistentes, no sólo recordaban el Mercadillo por la calidad de sus zapatos, también recordaban el proyecto al que van dedicados todos los fondos recaudados, LAR SANTA MÔNICA.
Incluso algunos recordaban la visita que Fray Alberto, director del proyecto Lar Santa Mônica en Fortaleza, Brasil, realizó el pasado septiembre en sus “supuestas” vacaciones…
Este año, la gran noticia ha sido la construcción de la segunda casa de acogida, seguro que para el próximo año, en el III Mercadillo Solidario en Aldeanueva de Ebro, tendremos muchas más noticias….
Siempre nos han dicho: “la casa se empieza por los cimientos y no por el tejado” pues cada uno de los colaboradores de este mercadillo; José Luis, párroco de Aldeanuela, empresas de calzado de Arnedo, los Aldeanos, por supuesto, grupo de catequistas de Arnedo… Cada uno de ellos ha puesto su ladrillito en LAR SANTA MÔNICA.
Desde Brasil, Fray Alberto quiso agradecer a todos el apoyo recibido con esta carta:
Fortaleza (Brasil), 23 de marzo del 2011
Queridos amigos/as de Aldea Nueva de Ebro:
Ya es el segundo año que acogéis en vuestro pueblo y vuestra parroquia a este grupo de arnedanas, mis amigas y paisanas, que han abrazado la causa de las niñas víctimas de abuso y explotación sexual que yo cuido en Brasil. Este año me han dicho que el mercadillo viene cargado de más ilusión, deseos de ayudar y cómo no, de mucho, muchísimos, zapatos estupendos.
Durante el mes de septiembre tuve la ocasión de acompañaros en una misa del Domingo, para contaros algunas de las cosas que hacemos por aquí y principalmente para agradeceros vuestra solidaridad y cariño. Espero que este año también tenga esa misma posibilidad y podamos vernos en la Aldea.
Muchas y buenas son las cosas que estamos realizando durante este año: terminamos de equipar la primera de las casas de acogida para niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual en la que hemos acogido hasta el momento 25 niñas/adolescentes. Algunas han podido volver para casa (o de la madre, o de una abuela, o de una tía, etc.). Muchas veces el abusador es el padre o el padrastro de las muchachas, así que es muy difícil que puedan volver allí donde está el abusador. Y la justicia es tan lenta que pasan años sin que se haga nada con la persona que cometió el crimen contra las pequeñas. Gracias a Dios, algunas de ellas están hoy mejor y tienen una vida normal: colegio, amigos, parroquia…. Todo lo que un niño necesita.
Ya hemos comenzado la construcción de la segunda casa de acogida, porque la primera se nos queda pequeña y necesitamos más espacio para acoger a más niñas, ya que la situación va de mal en peor y hay muchas niñas necesitando de nuestra ayuda.
Solo para que os hagáis una idea de nuestro trabajo aquí os voy a relatar el último caso que hemos tenido que atender. Hace solo unos días los agentes del servicio social nos trajeron a Mafaldinha, una pequeñita de escasos años de edad, delgadita y muy simpática. Nos informaron que la pequeña sufría abandono constante, ya que el padre y la madre son drogadictos. La pequeña pasa unos días con la madre y otros con el padre, que están separados, pero pasa todo el día sola, sin ir para el colegio, porque la dejan encerrada en casa. El padre vende lo que puede en los semáforos de la ciudad. Muchos días el padre con sus amigotes llegan a la casa y se drogan y se emborrachan delante de la niña. Los vecinos presentaron una denuncia porque había más que sospechas de que el padre y sus colegas estaban abusando de la niña.
Cuando llegó al Hogar santa Mónica, Mafaldinha era muy desconfiada, no nos abrazaba, se escondía y lloraba mucho. Ahora, ha aprendido que somos sus amigos, que solo queremos su bien y que la protegemos de cualquier mal.
Ahora sí, ya ríe, juega, canta, nos abraza y dice con su pequeñita voz: “muito obrigado” (muchas gracias).
El equipo de educadores del Hogar Santa Mónica, ya está contactando con las tías y otros parientes de Mafaldinha para ver la posibilidad de ser acogida por estos parientes. Siempre con mucha paciencia y delicadeza, intentamos construir puentes para que estas niñas tengan la vida que les han robado. Pensad cómo debe ser difícil y doloroso para ellas, porque son precisamente aquellos que ellas aman, sus padres y parientes, los que deberían cuidar de ellas, los que las agreden y abusan.
Delante de tanto sufrimiento e injusticia los cristianos no nos podemos callar, y mucho menos podemos quedarnos con los brazos cruzados. Nosotros, los frailes agustinos recoletos, hemos comenzado esta cruzada contra la injusticia, pero no podemos luchar nosotros solos, os necesitamos a todos vosotros para que nos ayudéis a vencer… para que podamos conseguir que muchas más niñas puedan sonreír y vuelvan a tener por las noches “sueños de niños” y no pesadillas.
A mi buen amigo y hermano José Luis le agradezco que nos haya abierto otra vez las puertas de la parroquia y a todos vosotros os agradezco de todo corazón vuestra acogida y vuestra ayuda. Que Dios os pueda recompensar vuestra generosidad.
Vuestro amigo:
Fray José Alberto Moreno, agustino recoleto.
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