jueves, 22 de octubre de 2009

Primeras muchachas en el Hogar Santa Mónica

El Hogar Santa Mónica ha comenzado esta semana su andadura como casa de acogida para niñas y adolescentes víctimas de abuso y explotación sexual. Han pasado ya dos años desde el nacimiento de la idea de socorrer a estas muchachas a través de un conjunto de medidas preventivas y acogida en los casos más problemáticos. Dos años que hemos gastado en muchas horas de visita y acompañamiento de las adolescente y de sus familia; hemos pasado mucho tiempo escuchando y ayudando a quienes tienen experiencia en la prevención y el rescate de las chiquillas, y hemos dedicado muchas energías a planear con mimo un sistema de intervención que nos permita ofrecer acciones de calidad de vida a las beneficiarias del Hogar Santa Mónica. .


Por fin hemos llegado al momento que esperábamos. Esta semana han comenzado a llegar las primeras moradoras. Se trata de “Caperucita”, “Blanca Nieves” y “Cenicienta”, de 12, 10 y 8 años respectivamente. Son hermanas y sufrían malos tratos en su familia (todavía son visibles las heridas de los bastonazos en la cabeza que la madrastra les daba). Por si fuera poca tanta violencia, Caperucita sufrió abuso sexual por parte de su padre biológico y las tres fueron alejadas del ambiente familiar. Se percibe en las tres una mezcla entre sufrimiento, desconfianza y esperanza de vivir. Tan solo llevan 3 días en el Hogar Santa Mónica pero ya se las ve más tranquilas, y relajadas. Hoy mismo contaban entre carcajadas sus peripecias recogiendo las frutas de cajú del Condominio y cómo casi vuelven todas (tía Cícera incluida) sin chancletas a la casa, ya que las arrojaban contra las frutas para abaterlas. Viéndolas sonreir, jugar y correr atrás de Lulú, nuestro fiero perro guardián (40 cm de alto), podemos darnos cuenta de cuánto bien podemos hacer a “estos pequeños”, los preferidos del Señor.
Ayer llegó también “Campanilla”. Esta está más talludita; tiene 15 años y proviene del mundo de la explotación sexual. Muchacha agraciada y con muchos encantos, no es de extrañar que ante la necesidad se viese empujada a vender su cuerpo. En seguida, Campanilla, se ha puesto al frente del grupo. Apenas ha ordenado sus pocas pertenencias y se ha puesto a ayudar a sus nuevas tres compañeras a hacer los deberes de la escuela. ¡Un buen comienzo!
Esta semana esperamos todavía otras dos chiquillas (11 y 8), hijas de prostituta y víctimas de abandono familiar. Pasan el día en la calle o de casa en casa ante la pasividad, el desinterés y el mal ejemplo de la madre. Esperamos que el juez libere pronto el vínculo familiar y podamos tenerlas cuanto antes con nosotros.
Como veis, detrás de cada una de estas chiquillas hay una historia de desamor, de abandono, de sufrimiento… ¡y todavía tienen fuerzas para sonreir! Son tantos los casos parecidos en Fortaleza que lo difícil es discernir quién necesita más, o al menos, con mayor urgencia. Cada niña que acogemos supone una responsabilidad en el antes, durante y después de su acogida; son muchas horas de trabajo, largos desplazamientos en coche y algún que otro quebradero de cabeza, pero vale la pena. Los que trabajamos en esta misión nos sabemos instrumentos en las manos de Dios para consular a sus hijas más pequeñas, y somos representantes de todos los hermanos agustinos recoletos de la Provincia y de todas las personas que apoyan y contribuyen espiritual y económicamente.
También el Condominio Espiritual ha acogido con gran cariño a estas niñas. Muchas personas de las diferentes entidades se han acercado para saludarlas, animar a los educadores y ofrecer ayuda. Especialmente cercanas están siendo las hermanas doroteas (nuestras vecinas) y la hermana Nazaret –de las josefinas del Hogar sacerdotal-. Esta comunión de vida y misión es para los agustinos recoletos una prueba más de que con el Hogar Santa Mónica hemos escogido realizar nuestra misión solidaria, esta vez, en el corazón de la comunión eclesial, de la participación de carismas y de la misión compartida.
A todos, ¡GRACIAS! en nombre de estas primeras moradoras del Hogar Santa Mónica.

sábado, 17 de octubre de 2009

Día del DOMUND

Queridos amigos!
Al llegar el día del Domund todos nos volvemos un poco más sensibles con los necesitados, principalmente del tercer mundo. Este año tuve la oportunidad de compartir con muchos de vosotros mis experiencias como misionero en Brasil y he podido regresar a la misión con más cariño, más amigos y algún que otro dinerillo para ayudar al proyecto social apasionante que los agustinos recoletos estamos realizando en la ciudad de Fortaleza, en Brasil. Entre otras muchas cosas, se trata de unas casas de acogida para niñas y adolescentes víctimas de abuso y explotación sexual o en grave riesgo de padecerlos.



Sé que muchos de vosotros os habéis interesado por nuestro trabajo durante todo el año, y que en muchos lugares de España, jóvenes, catequistas, Fraternidades y amigos estáis cargados de proyectos para ayudarnos a contruir nuestro sueño de "un mundo mejor para todos". Os animo a que sigáis ayudándonos y a que mantengáis viva la llama de la misión compartida.


Me gustaría que este Domund sea un poco más encarnado para los que vivís la probreza del tercer mundo apenas sólo por la televisión o los relatos que hos hacemos. Por eso quiero presentaros un poco cómo es la ciudad y el barrio donde estamos trabajando 5 religiosos agustinos recoletos (3 navarros, un mexicano y yo) junto con otras personas que nos ayudan.


Puede parecer una paradoja pero aquí en Brasil, el país de la copa del mundo de futbol del 2014 y de las olimpiadas del 2016, hay mucha hambre. Todos los días, por la mañana y por la noche, distribuimos a más de 100 niños, adolescentes, jóvenes y ancianos, una especie de “sopa enriquecida”. Estoy seguro que muchas de esas familias morirían de hambre si no tuvieran ese alimento diario. Chiquillos de 3 y 4 años cogen su platito y su cucharita y se sientan en el suelo a comer la única comida del día. El corazón no sabe si reír o llorar, alegrarse por el bien que hacemos o entristecerse por el mal que encontramos. También llevamos control de los niños menores de 6 años: los pesamos, les distribuimos alimentos a las familias, y velamos por su salud. Es poca cosa, pero procuramos amarlos, acompañarlos, asesorarlos y ayudarles a que exijan sus derechos.


En cuanto al desempleo, ¿qué pensaríais de un barrio como el nuestro que tiene 30.000 habitantes y el mayor índice de juventud de la ciudad de Fortaleza (la ciudad tiene 3 millones de habitantes), y con un índice de desempleo del 40%. Además de los que trabaja, más de la mitad ganan tan sólo un salario mínimo (460 reales = 153 euros/mes). Pues eso, lo que pensáis, que toda esa pobreza genera mucha necesidad, mucho alcoholismo, mucha droga, prostitución, abuso de menores, asesinatos, suicidios… Os confieso que al principio pensé que no iba a llegar a acostumbrarme a todo esto… después descubrí la fórmula: mucha fe, más amor y un gran sentido del humor. Todo esto me lo ha dado Dios en estos años.


Gracias a Dios que aquí los niños van a la escuela. El presidente Lula se inventó eso de que a cada niño escolarizado le iba a dar una “Bolsa familia”, el equivalente a 100 reales en alimentos, y parece que ha surtido efecto. Aunque los males se perpetúan: la educación es una porquería, no hay aulas para todos, hay robo institucional de bolsas familia (dicen que hasta un 80% se pierden por el camino), las clases sociales más pobres continúan sin matricular a los niños… Y nuevamente, ahí estamos nosotros, visitando las favelas, pidiendo a los padres que escolaricen a sus hijos, animándolos y ayudándoles económicamente, agenciándoles documentos en esta pesada burocracia estatal…


Muchas veces sueño que si pudiera ser yo alcalde Fortaleza la primera cosa que haría sería levantar un monumento en cada plaza de esta ciudad en honor a las mujeres y madres luchadoras. La familia es una institución en crisis en nuestro barrio, principalmente entre las clases más pobres. No es extraño encontrarnos, en nuestras visitas a las favelas, con mujeres con una media de 6 hijos y sin maridos . Aquí lo normal es que los padres no asuman a los hijos. Así que las madres tienes que salir adelante con los hijos como auténticas “leonas”, trabajando, mendigando, prostituyéndose… ¡todo por sus hijos! Y a veces, nos atrevemos a juzgarlas….

La mortalidad infantil… casi parece una mano invisible… nadie habla de eso… pero ahí está. En este último año hemos enterrado niños que han muerto a causa de neumonías, o fruto de la falta de higiene y la desnutrición, de enfermedades infecciosas como el dengue hemorrágico –producido por la picadura de un mosquito-; niños víctimas de “balas perdidas” (el instituto forense de Fortaleza registró 690 asesinatos durante el 2008; 450 fueron niños y adolescentes). Las cifras hablan por si solas de la falta de respeto y moral hacia la infancia en esta ciudad.


Nuestro barrio tiene unos con 5 km2 y viven unas 30.000 personas y no hay un solo centro de salud, y los que hay en otros barrios están “hasta la bandera” y además nunca tienen de nada. Os garantizo que ir a cualquiera de los hospitales públicos de la ciudad es una buena oportunidad para hacer un retiro espiritual acerca de la miseria del ser humano. Sin embargo a pocos metros de estos “hospitales del horror y la miseria” encuentras clínicas “del primer mundo”, bien equipadas y gestionadas con lujo, donde sólo quien posee un costoso plan de salud puede ser atendido. No olvidéis que Brasil es un país de “inmorales contrastes”.



Hoy se habla mucho del reciclaje de materiales desechables. Pues muchos chiquillos subsisten recogiendo basura (¡reciclaje llamamos para no ofender nuestras conciencias!). Muchos de ellos ganan 100 reales/mes (35 euros) por agotadoras jornadas de trabajo. Aquí existen desagües y agua potable; el problema es que esos desagües van a parar directamente a los riachuelos que surcan la ciudad y al mar. ¡Una belleza natural maravillosa, convertida en un estercolero! Pensad en el olor nauseabundo. Muchas familias han construido sus casas encima de los canales de desagües y allí pasan el día… los chiquillos jugando en los charcos contaminados y acaban llenos de pústulas en la piel a causa de las micosis de animales que infestan el agua. El agua es potable… pero eso sí, cada tres meses tenemos que tomar las medicinas para eliminar los parásitos (lombrices) que “el agua potable” cría en nuestros estómagos. Sobre las condiciones de las casas mejor ni os hablo porque nos llevaría tiempo y lágrimas.



Hablar de desarrollo aquí en Brasil es siempre un problema; ¿desarrollo para quién? Aquí el desarrollo se convierte en “desalojo”. El desarrollo capitalista va echando –o comprando- a las clases pobres de sus casas para construir edificios de lujo a lo largo de las playas. Y lo peor es que todo se hace en connivencia con el poder público, que naturalmente se lleva su tajada. Aquí en la Barra do Ceará el pueblo humilde ha sido víctima de esa explotación y ha sabido movilizarse para exigir sus derechos, pero parece que la modorra del capitalismo está llegando también a las clases pobres… ¿será el desencanto… la falta de esperanza en un futuro mejor… ? Lo cierto es que aquí los pobres son cada día más pobres y los ricos más ricos.



Habría muchas otras cosas que contaros; es posible que os haya llenado la cabeza de problemas y miserias… disculpad, sólo quería que conocierais los problemas de mi barrio. ¿Y los agustinos recoletos qué hacemos aquí? Primeramente tender una mano a los más pobres para que sientan el amor de Dios… pero no solo en la teoría (que eso es muy fácil y no aprovecha), sino en la práctica. Una amiga que vive en la más estricta pobreza me dijo: “fray, todos los días rezo para que no os canséis de ayudarnos”. ¡Qué oración! Esto sí que es confiar en la providencia de Dios a través de los hombres. Los frailes aquí hacemos lo que podemos: creamos proyectos y buscamos apoyos para esta gente. Como veis, hay muchas cosas mal pero tenemos esperanza… el futuro se abre esperanzador para todos nosotros y eso nos llena de alegría. No voy a cansaros con los proyectos que llevamos a cabo. Tenéis este blog para poder informaros.



Os esperamos.

Oraciones y abrazos para todos.
Fray José Alberto Moreno, OAR.

viernes, 16 de octubre de 2009

El Centro Joven de Arnedo, con el Hogar Santa Mónica

El Centro Joven de Arnedo (La Rioja, España) se suma al proyecto social de los Agustinos Recoletos en Fortaleza (Ceará, Brasil) en la lucha contra la explotación comercial sexual de adolescentes.



El Centro Joven de la localidad riojana de Arnedo, dependiente del Área de Juventud del Ayuntamiento, ha organizado entre sus variadas actividades habituales de talleres, actividades y fiestas el proyecto Integra con un componente solidario.

La empresa encargada de su gestión, JIG, donará cada semestre una cantidad económica a una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGd). La primera entidad que será beneficiada es el Hogar Santa Mónica de los Agustinos Recoletos en Fortaleza (Brasil), un proyecto social contra la explotación sexual comercial de niñas y adolescentes en esa ciudad nordestina brasileña.

La dinámica escogida para esta campaña es la donación de una cantidad económica concreta por cada participante en las actividades desarrolladas en el Centro Joven.

La actividad del curso arrancó el sábado 10 de octubre con la apertura de la “ludojoven” para los usuarios más jóvenes (11 años), un espacio que aúna juego y educación. Además se desarrollarán otros talleres de automaquillaje y customizaje, un día de aventura en San Román de Cameros, o la fiesta de Halloween.

El Centro Joven fue inaugurado el pasado 4 de julio por el presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, Pedro Sanz. Ha contado con una magnífica acogida desde su apertura, y en su edificio está la Oficina Local de Juventud, la Oficina del Concejal de Juventud y el espacio del Consejo de la Juventud, con una sala de reuniones y archivo.

Los jóvenes pueden encontrar en sus instalaciones una zona de estar, cocina, un estudio de radio, zona de ordenadores, un local de ensayo, un espacio multiusos y un aula de manualidades.


Puede leer la noticia en el diario La Rioja en:
http://www.larioja.com/20091008/rioja-comarcas/queda-20091008.html


ARNEDO, CIUDAD SOLIDARIA CON LOS AGUSTINOS RECOLETOS.


La concejala de Servicios Sociales, Salud y Cooperación, María Antonia Pérez-Medrano y el agustino recoleto José Alberto Moreno, arnedano y gestor del Proyecto Hogar Santa Mónica, presentaron el proyecto a los ciudadanos de la ciudad, una vez el consistorio decidió dedicar el 0,7% del presupuesto municipal para este proyecto, lo que ha supuesto un montante de 15.000 euros.


Este Ayuntamiento también ha colaborado en la promoción de género en los Andes de Chota (Perú), mediante la construcción de cocinas mejoradas con Haren Alde. También ha ayudado en la construcción de una casa albergue en un barrio marginal de Veracruz (México). En esta ciudad hay una comunidad de agustinos recoletos, de la que forman parte dos religiosos arnedanos, Lope Ruiz y Gerardo Ruiz.